Lamentablemente vas a tener que vivir esto para que puedas entenderlo.

jueves, 5 de julio de 2012

Me ingresan.


ds + ps3 + dibujar + tele + ds + ps3...
Mis piernas se habían aliado con la gravedad y quise despertarlas.
Nunca había hecho un ayuno "bien" más de 48 horas. Hasta ahora. No dormir, cansancio que parece muerte, el cerebro anestesiado y devorar letras. Cuando pasas un tiempo considereble sin comer y sigues viva empiezas a desdeñar a esos estúpidos convencidos de que necesitan comer para vivir, pues te parece evidente que no es cierto. Te levantas por la mañana, vas a clase, estudias, corres, no comes y sobrevives. Comienzas a olvidar qué significa vivir. En general, olvidas cosas. Olvidas que antes te encontrabas bien. Olvidas lo que significa encontrarse bien porque siempre te encuentras fatal... 

hace días que mi cuerpo parece no tener fuerzas para mover las piernas, que me pesan y me dejo la vida en el suelo cada vez que intento levantarme. Quizás sea porque mi organismo no recibe proteínas ni vitaminas desde el día 27. 
Las fuerzas en mí parecen no existir. Ellas bajan y bajan. Igual que los números.



Asi que hoy con la mirada de mamá...

me ingresan en el hospital de día.



Fín del capítulo por ahora.








Continuará.

lunes, 2 de julio de 2012

Presiento que mi vida se va a volver a ir, la purpurina se suicida entre mis dedos. Y vuelve el intenso, profundo, extremado y cruel vacío.
La no-vida. La soledad, que llenar con algo para no llorarJUGAR. Temblar en la cuerda floja. Dibujar. 
Volverá ese sentimiento de suicidarte cada día. Con los números. 






Porque la idea de subir hasta las nubes no funcionó.

miércoles, 27 de junio de 2012

cerraduras


Los números caen, como caen las lágrimas hasta mi cuello. El 48 se viene abajo, se hunde, profundo. Veré un 47. Quizás también vea estrellas. 

las cerraduras vienen y van, carpintero en casa para cerrar con llave el baño y la cocina.

Venga mamá, vamos a ver quien gana esta guerra.

martes, 26 de junio de 2012

Los números suben y x no lo ve. Dice que no. Nos odiamos, y el odio invade el oxígeno impidiendo respirar. Nos odiamos mucho. Turnamos las horas del día para cruzar las menos miradas posibles, porque duelen. Él vive durante el día y yo durante la noche. Es la distancia más grande que podemos hacer entre nosotros, y aún así, estamos a pocos metros el uno del otro. 
- Yo tampoco soy feliz.
Entonces no sé por qué mis números suben, si no te harán feliz. No me quiero con 47, y mucho menos con 48 y no me querré nunca. Y si tú tampoco  me quieres, yo no podré salir de aqui

domingo, 24 de junio de 2012


Un bucle infinito. Infinito infinito infinito, que da vueltas y vueltas como una noria pero sin que mi mundo se mueva, sin que yo me mueva. Quieta, inexistente.

El juego de subir a las nubes no funcionó, me olvidé de tu cumpleaños, me olvidé de ti. Porque ya no veo el azul, aunque cada vez esté más cerca. Más y más y más. Y a veces tiemblo, pero solo a veces, un segundo.
Me quedé sentada en un escalón, entre el subir y el bajar, sin decidir. Porque odio decidir, y prefiero que el mundo lo haga por mí.

Asique hoy no juego con los números, ni mañana, ni pasado, serán lo que ellos quieran ser sin que a mí me importen, yo solo jugaré a sobrevivir sin que me coman las horas.

Mañana comenzarán intentos por ser feliz. Como muchas otras veces, como otros intentos con final triste, durante días. Porque a mi existencia le toca arder con fuegos artificiales y volar en una noria.



Muffin con velitas de colores y peluche para celebrar que olvidé tu cumpleaños.

- ¿Me perdonas, me perdonas, me perdonas?
- Solo si sonries.



(Me pides cosas muy difíciles)

jueves, 21 de junio de 2012

.

A veces comida sí, a veces comida no.
Y otras veces comida sí y después vómitos estelares.




"Confía en que, si se aman, ya no tendrá ganas de vomitar."
Pequeña - de Geneviève Brisac

Nada de eso se hizo realidad.


Mi mente se imaginaba que los números se convertirían en un 50 grande, bastante grande. Pero el 48 se quedó extrañamente conmigo. Y las pastillas y mi mundo no desaparecieron. Se quedaron dentro de mí, escondidos en un rincón, sí, pero dentro de mí y latiendo, despacito, sin hacer mucho ruido.

"Le oculta que ve en él una medicina"
 

Pequeña - de Geneviève Brisac.








veremos si es verdad.

martes, 19 de junio de 2012


Ojalá leer ánimo ayudase a animarse.
Sigo tragando y sigo vaciando todo, y las pastillas nuevas, esas que debían de ser increíbles, no me hacen ningún efecto. Creo que de tantas drogas que me he metido mi cerebro está anestesiado.
Y seguiré.
Aunque cada vez todo sea más y más difícil. Pero da igual, porque
siempre soy capaz de buscar la manera de matarme un poquito más.




Huesos que gritan, que hacen "crack", que parecen apuñalar la carne para salir.





"Corres a la cocina, abres el frigorífico, buscas algo de comer. Deprisa, antes de que tengas tiempo de ponerte triste."


No puedo ayudarme. ¿No lo comprendes? Yo solo quiero olvidarlo todo y escapar. Yo solo quiero volar y perderme, convertirme en aire, en humo, en nada. Ser tan ligera que pueda volar. Reir tan fuerte que hasta me duelan los huesos y griten. Quiero dejarlo todo y dejarme llevar, estoy en una pelea continua conmigo misma.






"Porque aveces el peor enemigo está frente al espejo"








                               ser bonita y ligera como una mariposa. tener alas.